Obama quiere aprender de la TDT española.

PROYECTO | EEUU trabajará con España en diferentes propuestas.

María Vega | Madrid
Actualizado lunes 15/02/2010 11:30 horas

A la Administración Obama no sólo le gustan los trenes de alta velocidad de España. El Gobierno de EEUU se siente ahora también atraído por el plan español de transición a la Televisión Digital Terrestre (TDT) y ha creado un grupo de trabajo de alto nivel con responsables del Ministerio de Industria para analizar este y otros proyectos relacionados con el desarrollo de la Sociedad de la Información, según confirmaron a ELMUNDO.es fuentes próximas al Departamento que dirige Miguel Sebastián.

El secretario de Estado de Telecomunicaciones, Francisco Ros, aprovechó el comienzo de la actual presidencia española de turno de la Unión Europea el pasado enero para viajar a Washington.

Allí, el principal responsable para las telecos del Ministerio de Industria, mantuvo varios encuentros formales con los máximos responsables de la Casa Blanca en materia de Tecnología, Telecomunicaciones y Sociedad de la Información, en los que, entre otros asuntos, se habló de las líneas maestras del Plan Avanza, al que el Gobierno español ha destinado 6.500 millones de euros desde 2006 para impulsar el acceso de los españoles al mundo digital.

La Administración Obama se interesó por varios de esos proyectos, en los que el país que domina el mundo tecnológico por la fuerza de empresas como Google, Microsoft, Apple o Yahoo, pretende inspirarse para llevar el desarrollo de la Sociedad de la Información a todas las capas de la población.

Además de querer estudiar el apagón analógico español, que concluirá el próximo 3 de abril, casi dos años antes de la fecha límite impuesta por Bruselas para cerrar la transición a la televisión digital, los políticos estadounidenses desean conocer en profundidad la estrategia del Gobierno de España para ofrecer un servicio universal de banda ancha con una conexión de un mega a partir de 2011, así como el proyecto para la implantación del nuevo DNI electrónico.

España y EEUU acordaron «compartir información sobre estas tres áreas de actuación que fueron establecidas como una prioridad común», aseguran las citadas fuentes.

Este acuerdo supone un avance importante para las relaciones entre los dos países en materia de internet, ya que el alto índice de piratería de contenidos digitales que registra el mercado on line español ha sido motivo de tensiones entre ambas Administraciones en los últimos tiempos.

El propio vicepresidente estadounidense, Joe Biden, llegó a llamar la atención al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre la necesidad de legislar las descargas de archivos en internet ante la presión del lobby del cine y la música norteamericano.

Ahora, con la polémica ley antidescargas que el Ejecutivo llevará al Parlamento en los próximos meses, las relaciones atraviesan un mejor momento que Ros ha decidido aprovechar para abrir una nueva puerta al otro lado del Atlántico a radiodifusores y empresas españolas del mundo de las TIC(Tecnologías de la Información y Comunicación).

Así ha ocurrido con el sector del transporte, ya que tras la visita de Obama a España para conocer el AVE, varias empresas españolas se han presentado en EEUU a los concursos para su nueva línea ferroviaria de alta velocidad.

Como representante del Gobierno que ostenta este semestre la presidencia rotatoria de la UE, Francisco Ros también alcanzó varios acuerdos con los políticos estadounidenses para reforzar la cooperación multilateral en el desarrollo de la neutralidad de las redes de telecomunicaciones (para evitar que los propietarios de estas infraestructuras puedan bloquear ciertos contenidos o programas de internet) y la gestión de las nuevas redes de telecomunicaciones aptas para servicios avanzados de telefonía móvil.

Industria llevará estos asuntos a la reunión de los ministros de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información europeos que se celebrará el próximo abril en Granada.

En ese encuentro, el ministro del ramo, Miguel Sebastián, también tratará de impulsar un mercado único digital para regular el comercio del siglo XXI, según avanzó el pasado enero.