Tras una mañana convulsa -que habría dejado unos cien civiles muertos en enfrentamientos- la oposición política de la pequeña república centro asiática de Kirguistán asumió ayer el poder tras derrocar al Presidente Kurmanbek Bakíev, quien habría abandonado la capital, Biskek. “El poder de la república lo controla la oposición. El Presidente se encuentra no se sabe dónde”, señaló Rosa Otunbáyeva, ex ministra de Exteriores y jefa del gobierno de unidad popular formado por la oposición, a la agencia rusa Interfax. El Primer Ministro Daniar Usenov, también habría renunciado. “Firmó su renuncia y me la entregó. Nos distribuiremos las principales carteras y cumpliremos con nuestras funciones para garantizar la estabilidad del país”, dijo Otunbáyeva que en 2005 ya había participado en la rápida Revolución de los Tulipanes, que derrocó al primer Presidente del país tras la independencia de la desaparecida Unión Soviética en 1991 y puso en el poder a Bakíev. Horas antes, las calles de Biskek habían sido escenario de disturbios entre los manifestantes y la policía. Los enfrentamientos más sangrientos ocurrieron en las inmediaciones de la sede del gobierno, donde los manifestantes intentaron entrar, tras asaltar el Parlamento y la Fiscalía General. Las derrocadas autoridades habían hablado de 40 muertos, aunque fuentes opositoras elevaron la cifra a más de cien. La gestión de Bakíev ha sido muy criticada por el propio sector que lo llevó a la Presidencia en 2005. Los disturbios de ayer fueron el punto culminante de una ola de protestas de sus ex aliados que acusan al gobierno de violación de los derechos humanos, de autoritarismo y de mala administración económica. Rusia y Estados Unidos, que tienen bases en esta república de 5,3 millones de habitantes, instaron a la calma. “Llamamos a todas las partes a respetar el Estado de derecho y resolver las diferencias en forma pacífica y legal”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley. En tanto, la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, se declaró preocupada y exhortó al gobierno y a la oposición de ese país a la “moderación” y al diálogo. Asimismo, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, lanzó un nuevo llamado “instando al diálogo y a la tranquilidad para evitar más derramamiento” de sangre. Nota dezpierta: Comienzan los disturbios en un pequeño país escindido de la Unión Soviética, cansados de la corrupción impune y las malas gestiones de su gobierno, la gente a salido a las calles, motivadas por la oposición para dar un tremendo golpe de estado. Lo que más me ha llamado la atención es la facilidad con la que la policía y el ejército empleaban sus armas letales, es decir ametralladoras con munición real, matando indiscriminadamente a civiles que luchaban por un cambio político. Estoy totalmente en contra de los disturbios y en contra de la violencia, creo que esa no es la solución para los problemas de este mundo porque este mundo no tiene una solución humana sino Divina. Por desgracia, creo que esto es sólo el comienzo de algo que ocurrirá en muchos otros países. La "aristocracia" ha tensado demasiado la cuerda y ésta se ha roto. El tiempo de angustia comienza, no te unas a aquellos que pelean. Si no te gusta la sociedad en la que vives, apártate al campo, por mucho que lo intentes no podrás cambiar nada en ella, sólo Dios puede. Jesús viene pronto.
Golpe de estado civil en Kirguistán
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