¿Avisa Dios a América (y al mundo) por medio de catástrofes?

La republicana Michele Bachmann, quien busca la nominación presidencial republicana, dijo ayer a CBS News en el programa Face the Nation: “No me avergüenzo de decir que creo en Dios”. La declaración se produjo en respuesta a una pregunta, de Bob Schieffer, quien le preguntó dos veces siBachmann, cree que “Dios usa la naturaleza para enviar mensajes a gente”.

La pregunta se basó en una observación que Bachmann, hizo en una reciente campaña, donde ella dijo que el huracán Irene que afectó a EU, es un mensaje de Dios a Washington.

La aspirante a presidenta a la presidencia de Estados Unidos, cree que Dios mandó un mensaje divino a Washington por medio del huracán Irene. La congresista republicana se ha convertido en el centro de las burlas y las críticas de la prensa después de que vinculara el sismo y el huracán que golpearon la costa este del país como una forma que Dios usó para llamar la atención a los políticos sobre los problemas que ocurren en EU.

“No sé qué debe hacer Dios para llamar la atención de los políticos. Tuvimos un terremoto, tuvimos un huracán.(…) ¿van a empezar a escucharme?”, dijo Bachmann.

Después de lo ocurrido Bachmann, trató de eludir y tratar de aclarar lo que dijo: “Obviamente, yo estaba hablando metafóricamente. Eso estaba claro para el público. Era claro para mí. Debido a que el pueblo estadounidense ha tratado desesperadamente de llamar la atención del presidente. Él no está prestando atención”.

Debido a estas palabras que dijo Bachmann, la portavoz de prensa de Bachman, tuvo que salir al paso a las burlas que la prensa estadounidense le dedicó a la política. “Bachmann no quería decir literalmente que el huracán y el terremoto habían sido enviados desde lo alto como advertencia a Washington. Era evidente que lo dijo en broma”, declaró Alice Stewart, secretaria de prensa de Bachmann.

‘The New York Magazine’ comparó a Bachmann con el televangelista Pat Robertson, que con frecuencia realiza declaraciones parecidas a las que ella dijo.

“Es por eso que me postulo para presidente, Bob. Quiero llevar la voz del pueblo estadounidense y sus preocupaciones en la Casa Blanca, donde su voz no ha sido escuchada por mucho tiempo. Estaba tratando de llamar la atención del presidente, y fue por medio de esa metáfora”.

Schieffer no estaba satisfecho con esta respuesta, así que le preguntó de nuevo: “¿Usted cree que Dios usa la naturaleza para enviar mensajes a la gente?”. “Bueno, yo creo en Dios”, respondió Bachmann. “No me avergüenzo de decir que creo en Dios. Soy una mujer de fe y una mujer de oración. Pero el comentario que hice en ese momento era una metáfora. Eso fue muy simple lo que estaba haciendo”.

Nota dezpierta: Si hay algo que deberíamos tener claro es que, en la Biblia, si hay alguien autor de destrucción y dolor, no es Dios sino Satanás, que es llamado destructor y homicida.

¿Por qué la tierra sufre grandes cataclismos?, ¿los manda Dios? Evidentemente no. Las catástrofes serían provocadas, en cualquier caso, por nuestro alejamiento voluntario y exponencial de nuestro Creador. Porque cada minuto que pasa, nosotros nos alejamos más y más de nuestro querido Salvador.

¿Puede Dios librar a alguien del mal? Claro que sí, es una de sus promesas. Pero Él no puede hacer nada por aquellos que prefieren permanecer al timón de sus vidas y no le dejan a Él tomar el mando. ¿Cómo podría Dios guiar a un líder que no quiere ser guiado? ¿Cómo Dios puede proteger a una nación que no cree en Él?

Debemos ser conscientes de que las pretensiones del Enemigo, Satanás, son las de acusar a la humanidad de desobediencia a Dios, con el resultado de gran muerte y destrucción, para imponer una religión global basada en el panteísmo y la nueva era, amparada por la religión pagana universal por excelencia, el catolicismo romano.

Estoy convencido de que la religión se sentará en el sillón del despacho oval de la Casablanca. El protestantismo apóstata que domina EEUU, incrustado en las mentes de los americanos y sobretodo en la de los republicanos, hará el trabajo del Enemigo de Dios y terminará de imponer el sistema de la bestia, el Nuevo Orden Mundial del que siempre hablamos, con su flamante religión mundial, que buscará no ofender a Dios para que nos permita vivir tranquilos en este maravilloso planeta multicolor.

Ese es el final de todo este tiempo catastrófico: denominar a Dios como el destructor de la tierra e imponer una religión obligatoria mundial para que nadie lo haga enfadar.

Y no deja de ser patético ver como los políticos tienen que decir "donde dije digo, digo Diego", no sólo por miedo al escarnio y al ridículo sino porque ni ellos mismos saben lo que creen.

Hacer a Dios autor de la destrucción para llamar la atención o para hacer una broma es penoso, pero, por desgracia, esa comenzará a ser la tónica predominante de aquí en adelante. Cuando los científicos sean incapaces de explicar el por qué del caos que comienza a reinar, el mundo comenzará a culpar a Dios y mirarán a esos incapaces líderes y pedirán una solución como las que los chamanes y brujos recomendaban a los pueblos, que lanzaban vírgenes al volcan para apaciguar su ira o sacrificaban niños para saciar la sed de sangre de su malévolo Dios. Así es como le gusta a Satanás que veamos a Dios, como a un tirano destructor.

Si no puede hacernos rechazar la idea de un Creador, por lo menos que ese Creador sea un déspota maltratador, con eso le basta.

Pronto, se promulgarán leyes de conciencia con la apariencia de leyes protectoras de la naturaleza o apaciguadoras de la ira de Dios, pero con la intención clara de desafiar encubiertamente la voluntad del Creador. Esa es la marca de la bestia, obedecer esas normas en vez de obedecer las normas de Dios.

Jesús vuelve pronto. Que Él os bendiga.