Los geofísicos aseguran haber descubierto el origen del misterioso fenómeno, conocido como ‘el sonido del Apocalipsis’ o ‘el HUM’, el zumbido sordo a bajas frecuencias que se viene escuchando en diferentes partes del planeta desde mediados del 2011. ¿De qué se trata? El sonido escalofriante, que evoca la banda sonora de una película de ciencia ficción, fue registrado durante los últimos meses, entre otros países, en EE. UU., Reino Unido, Costa Rica, Rusia, Ucrania, República Checa y Australia, exaltando la imaginación de los científicos que hasta ahora no se habían atrevido a dar alguna explicación razonable del fenómeno, advertido con audio y videograbaciones por miles de personas al mismo tiempo, hecho que descarta la opción que se tratara de un truco o montaje. Algunos de los testigos afirman que este zumbido peculiar se escucha como un estruendo, otros como un ‘boom’, y hay quienes incluso lo comparan con el sonido que haría ‘Godzilla’. En todo caso, se trata de un ruido de muy baja frecuencia, aproximadamente de 20 hertz o 20 vibraciones por segundo, que se encuentra dentro de los límites de audición que puede escuchar un ser humano. Costa Rica En las primeras horas del día 9 de enero del 2012 se escuchó en casi todo Costa Rica un sonido extraño, que todavía alarma a la población. Los testigos afirman que el fenómeno duró entre cinco y diez minutos, pero no hubo un temblor que lo pudiera generar, aunque los retumbos y sonidos de la tierra son usuales en casos de sismo, como una manifestación secundaria de la elevada cantidad de energía que se disipa. El país se conmocionó hasta tal punto de que la noticia trascendió lo popular y pasó a los medios de comunicación y también a los expertos en sismos. Mientras tanto, la gente empezó a hablar de una señal del fin del mundo y a asegurar que el sonido está profetizado en el libro de Apocalipsis. Explicación científica Los investigadores de la Agencia científica internacional Wosco aseguran que el ‘HUM’ podría estar provocado por el brusco aumento de la actividad solar y la intensificación de los procesos energéticos en el núcleo de la Tierra, registrados últimamente. Una de las versiones que exponen los investigadores es que la magnetósfera ha perdido su capacidad potencial de amortiguar la radiación solar, por lo que se crean brechas provocando que la energía solar ingrese en nuestro planeta, de manera pura y contundente, causando el ruido que podría deberse a la rasgadura de dicho escudo protector. Otras especulaciones están basadas en que nuestro sistema solar, cuya protección se centra en la heliósfera, está siendo ‘frotada’ por algo invisible o una “nube interestelar”. Esta nube podría pertenecer a un sistema solar cercano, que rozando con el nuestro, provoca el extraño ruido y causa una gran cantidad de anomalías en el planeta y en los cuerpos que deambulan en nuestro sistema solar. Cualquiera que sea el origen del ‘sonido del Apocalipsis’, todos los expertos se ponen de acuerdo en que se trata del presagio del acrecentamiento de la frecuencia de cataclismos tales como tsunamis, erupciones volcánicas o fuertes terremotos, que ya sacuden nuestro planeta, pero que se intensificarán a finales del 2012. Fuente: Actualidad RT Nota dezpierta: La humanidad ha llegado demasiado lejos, hasta el punto de que incluso aquellos que no creen en Dios ni en la necesidad de ser guiados por Él se están dando cuenta de que estamos llegando al punto de no retorno, a un momento cataclísmico de la historia, pero no solo geológicamente sino moralmente o espiritualmente hablando. Hemos sido advertidos por la Biblia de que el Espíritu de Dios no podría proteger al mundo si nos empeñábamos en dar la espalda al Creador y aquí tenemos los efectos: La protección magnética que Dios preparó para protegernos está debilitada, la atmósfera está tremendamente agujereada, los ecosistemas envenenados, los bosques talados, los animales extintos o explotados, más de la tercera parte de la humanidad muriendo de hambre. Pero aunque todas estas cosas son producto del egoísmo humano, creo que las señales cósmicas que estamos viviendo y viviremos obedecen al cumplimiento del tiempo que Dios nos dió para que pudiéramos darnos cuenta de la necesidad que tenemos de Él. ¿Y todavía pretendemos que este mundo siga en pie por muchos siglos?, ¿acaso creen los milenaristas que si se estableciera un milenio de paz y seguridad, esa paz podría ser para los siete mil millones de personas? Este mundo necesita ser renovado, no como lo fue hace 4500 años con el diluvio, sino con el fuego de Dios. Hay demasiada maldad y demasiado dolor, demasiado egoísmo e indiferencia. Pero por la Misericordia y el Amor de nuestro Creador y Salvador todos aquellos que posean y hayan poseído un corazón honesto y generoso podrán vivir de nuevo, para siempre, en una Tierra Nueva, renovada por completo, sin rastro del dolor pasado. No sé a qué obedecen estos sonidos, lo cierto es que escucharlos tiene que ser atemorizador. Creo que este año 2012 es un año decisivo para que la élite aproveche el miedo y la angustia que se generarán. Es momento de estudiarlo todo, sobretodo nuestras Biblias, ser honestos y esperar la recompensa a nuestra decisión. No importa la vida que hayamos vivido hasta hoy. El ladrón de la cruz fue salvado en el último momento porque se dio cuenta de que sólo Jesús nos puede salvar y le entregó su corazón a Él. El gran Engaño se cierne sobre nosotros, prepárate, mantente firme. Que Dios nos guie. de Articulo completo en:http://actualidad.rt.com/ciencia_y_tecnica/inventos/issue_35429.html
ROMA, domingo 29 enero 2012 (ZENIT.org).- La dignidad del trabajo y de los trabajadores como un valor común de las diferentes tradiciones religiosas. Este es el tema entorno al cual gira el análisis sobre la crisis económica y social que atraviesa a gran parte del mundo, y que aborda la guía titulada “Convergencia: Trabajo digno y justicia social en las tradiciones religiosas”.
El texto de la guía “Convergencia: Trabajo digno y justicia social en las tradiciones religiosas” es el fruto de una colaboración sobre la justicia social que diversas comunidades religiosas están llevando a cabo junto a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la agencia de la ONU encargada de promover el trabajo digno y productivo en condiciones de libertad, igualdad, seguridad y dignidad humana de los hombres y mujeres. En particular, la OIT busca garantizar que las normas del trabajo sean respetadas tanto en los principios como en la práctica, informaba el diario vaticano L'Osservatore Romano el 27 de enero.
La guía --que se enriquece con las contribuciones del Pontificio Consejo Justicia y Paz, del Consejo Mundial de Iglesias y de la Organización Islámica para la Educación, la Ciencia y la Cultura--, se ha presentado recientemente con ocasión de la difusión del informe anual de la OIT que pone de manifiesto la gravedad de la situación del empleo y el creciente malestar social.
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La guía explora y profundiza en los conceptos de solidaridad y de seguridad ya expresados en la Agenda para un Trabajo Digno (Decent Work Agenda)promovida por la OIT (la Agenda para un Trabajo Digno es el programa creado por representantes de los gobiernos, del mundo del trabajo y de los negocios, para sentar las bases de un marco más justo y más estable en el desarrollo global), reconociendo la importancia de las contribuciones concretas y de los compromisos de las comunidades cristiana, judía, musulmana y budista en la afirmación de la justicia social, la dignidad en el trabajo y los derechos.
La iniciativa, explicó Juan Somavia, director General de la OIT, representa "una primera etapa en un camino común que dará paso a la aparición de una nueva era de justicia social, basada sobre nuestros valores comunes. La espiritualidad y los valores son esenciales para la búsqueda de una globalización justa".
Por su parte, las comunidades religiosas, como se lee en la introducción del texto, comparten "la preocupación común de los fieles: para ellos, el trabajo está en el centro de toda vida humana". Un trabajo digno, señalan, "realizado en el respeto de la dignidad humana y de la seguridad de los trabajadores, ayuda a garantizar una vida digna para las familias y sus hijos. Y por lo tanto, para el beneficio de todos y de toda la sociedad".
El desarrollo de la guía implicó una serie de reuniones entre líderes religiosos y representantes de la Organización Internacional del Trabajo en varias ciudades, incluyendo Ginebra, sede del Consejo Mundial de las Iglesias (CMI). La adhesión del CMI es parte de un programa de justicia social anunciado en la IX Asamblea General que se celebró en Brasil en 2009.
En un comunicado de la organización ecuménica, se destaca la fructífera colaboración con la OIT. "Cuando nos reunimos en 2010 con el secretario general del CMI, Olav Fykse Tveit, --dijo Somavia--, ambos consideramosque nuestras organizaciones deben comprometerse en un camino común, basado en la convicción y la conciencia de que la paz, la justicia social y el mundo del trabajo están relacionados entre sí". Como cristianos, añade el secretario general del Consejo Mundial de las Iglesias, "consideramos que el trabajo se nos ha dado como un modo de desarrollar nuestros talentos y promover el bien común". Hay que destacar que "el trabajo también contribuye a la afirmación de la justicia y de la paz."